Día de la mujer: con mujeres así, Agroponiente no tiene techo

La empresa celebra el Día de la Mujer con un desayuno de trabajo en el que el subdirector general, Antonio Román, ha compartido reflexiones con seis brillantes mujeres, apasionadas con su trabajo

Como viene siendo tradicional en los últimos años, Grupo Agroponiente ha celebrado el Día Internacional de la Mujer con un acto simbólico, un desayuno de trabajo y de reflexión en el que el subdirector general de la compañía, Antonio Román, ha compartido mesa con seis mujeres de diferentes áreas y ámbitos de la empresa.

Así, Antonio Román, subdirector general de la compañía, ha compartido ideas, valoraciones y planteamientos con mujeres hechas a sí mismas, trabajadoras, responsables, apasionadas con su trabajo, como Nicoleta Lungu, Anika Gurrey, Carmen Ortega, María José Martín Capel, Sonia García Ramos e Ignacia Gálvez Manzano, que han expresado su visión de la empresa, han reflexionado sobre su situación en la misma y han hablado también sobre su condición de mujeres trabajadoras.

Así, Nicoleta Lungu, que trabaja como peón agrícola desde 2021 en la Finca de Níjar, ha relatado que “llevo en España 17 años y casi cinco trabajando en Níjar. Mi trabajo ahora mismo es muy positivo: se trabaja bien, te aprecian. Antes he trabajado en otros muchos sitios. Yo he pasado por muchas cosas, pero he dejado atrás lo malo. Yo trabajo en fincas y la verdad es que estoy allí muy a gusto. He trabajado en otros puestos de la agricultura, pero aquí estoy más a gusto que en ningún otro sitio. Como mujer, la verdad es que en esta empresa estoy fenomenal también en ese aspecto. Como he estado en muchos sitios, aquí detecto que hay hombres que trabajan mucho, pero una mujer se siente aquí muy tranquila, a gusto. Y lo digo tanto por los jefes como por los compañeros. No en todos los sitios es igual”.

Por su parte, otra emigrante absolutamente afincada en Almería, la alemana Anika Gurrey, hoy en día ‘customer service’ en las oficinas de La Redonda, recordaba que “cuando llegué, el choque cultural fue muy diferente, porque venía de Leverkusen y llegué a Campohermoso. Al principio no entendía casi nada. Sin embargo, con el paso del tiempo empecé a sentirme bien y me integré, hasta hoy, que Agroponiente es mi familia. Llegó Antonio Román y me dijo que, al acabar las prácticas, si me quería quedar. Y aquí estoy, muy a gusto, tras pasar por muchos puestos. Desde el punto de vista de mi condición de mujer, yo siento que Agroponiente es mi familia española y, por tanto, como mujer y en cualquier otro ámbito, mi identificación es total. Yo de aquí no me voy, porque yo he tenido aquí padres, hermanos, mi familia. Por supuesto que nunca me he sentido discriminada por ser mujer. Al principio había muchos más hombres, he sido la única mujer en muchas reuniones, pero ahora en algunos departamentos quiero que entren hombres porque hay más mujeres”.

También ha participado otra cara muy conocida de la compañía, la técnico Carmen Ortega, del Departamento de Calidad, quien ha subrayado que “mi experiencia en la empresa, como mujer, no me ha supuesto ningún problema. Jamás he tenido ninguna discriminación. Yo desde el primer día he percibido todo lo contrario: nunca ningún tipo de problema por ser mujer y mucho menos discriminación. Le estoy muy agradecida a Antonio Román, que me a tutelado desde el inicio y le tengo que agradecer mi avance en la empresa. He tenido momentos duros, porque no siempre es fácil trabajar con todo el mundo. Yo siempre he tirado hacia adelante, superando los baches. Yo llevo aquí mucho tiempo, empezando en 2007 con la campaña de melón y, a partir de ahí estuve en Calidad, Departamento Técnico, Producto Terminado y desde hace años soy responsable de Calidad de Producto. He echado media en Agroponiente y siempre a disposición de la empresa, donde más falta haga. La verdad es que esto de trasladar al agricultor lo que queremos a veces no es fácil, pero yo, como soy agricultora, encuentro el camino más sencillo”.

Muchos años y con una diversidad de responsabilidades también lleva en la compañía María José Martín Capel, que ha hecho prácticamente de todo. Ella comentaba que “llevo trabajando muchos años en esto. Llevo media vida en el Grupo, primero en el bar de Vegacañada, donde he conocido a todo el mundo desde los inicios. Y luego me pasé al almacén. Este año es el que más a gusto estoy trabajando, en todos los sentidos. Hemos mejorado las condiciones, los turnos, la verdad es que estamos muy satisfechos. Se han hecho cambios y se notan mucho. Hay mucha más organización y eso facilita el trabajo. Como trabajadora, en este entorno nunca me he sentido discriminada en este entorno. Es más, yo si no fuera por el trabajo, me habría hundido. Muchas veces prefiero estar trabajando. Cuando te pilla una racha mala, es fundamental estar bien en el trabajo y a mí me ha ayudado mucho”.

También ha pasado por diversos puestos y también por distintos almacenes y centros de trabajo la abderitana Sonia García Ramos, que ha relatado su periplo en Agroponiente, haciendo hincapié en que “yo vengo de Lara Castañeda, adonde llegué con 26 años en 2008. Fui jefe de línea en El 30 y ahora estoy en Adra, haciendo pimientos cónicos por vez primera. La verdad es que lo de Adra es un gran reto. Soy de Adra y estoy muy a gusto allí. La verdad es que al principio me costó, pero ahora estoy muy contenta. Y sí: soy mujer y yo sólo puedo decir que discriminación ninguna. En todos estos años no he sentido nunca ningún tipo de dificultad por ser mujer”.

Por su parte, Ignacia Gálvez Manzano, ‘Ina’, ha ofrecido un emocionante testimonio tanto personal como profesional, detallando que “trabajo como envasadora en El Treinta desde 2017 y estoy muy contenta. He vivido todo el paso a Agroponiente y la verdad es que todo el proceso ha sido muy agradable, sin problemas. Yo no he notado ritmo ninguno. Todos mis compañeros son mi familia y el almacén es como mi casa. He sacado mi casa adelante y mi trabajo me ha ayudado mucho a eso. He tenido mucho coraje y la realidad es que conmigo no puede nadie, sacando a tres hijos adelante. No me considero una guerrera, pero sé luchar por lo que quiero. Y con respecto a lo de trabajadora y mujer, tengo que decir que tampoco me he sentido nunca discriminada. Todo lo contrario: ojalá me jubile en Agroponiente, que me faltan sólo cinco años. Espero que los pase aquí”.

Han sido seis testimonios de mujeres que cada día demuestran su valía, su entrega, su responsabilidad con el trabajo que llevan a cabo y, sobre todo, su importancia dentro del colectivo para que Grupo Agroponiente haya llegado a ser lo que es y siga creciendo y mejorando día a día. Con mujeres así, Agroponiente no tiene techo.

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